Queridos lectores, sean bienvenidos una vez más a su blog de INGESSA. En esta ocasión les tenemos preparado un artículo sobre uno de tantos problemas y situaciones novedosas que los confinamientos por la amenaza por el SARS-Covid II, han traído a nuestras vidas: el cambio radical en el comportamiento de las ratas ante la pandemia. Sí: ratas. Estos roedores han convivido con la especie humana durante millones de años, llevando una extraña relación de amor y odio, relación que se ha visto alterada en los últimos meses.
Pero, ¿qué está pasando exactamente con las ratas dentro de las grandes urbes que están bajo las normas del confinamiento por la pandemia? Según fuentes de la BBC, están viviendo una situación sumamente complicada: poco a poco, están muriendo de hambre. Todo radica en el poco o nulo tránsito humano dentro de los que solían ser los principales sitios turísticos de las ciudades, los centros comerciales, corredores alimentarios y restaurantes. Lo anterior genera que ante la ausencia de personas que consuman grandes montos de comida, la cantidad de basura disminuya drásticamente y esta, a su vez, representa la única fuente de alimento para esta plaga de roedores.
La verdad es que son malos tiempos para ser una rata. Habitualmente estos seres suelen vivir en grandes colonias que se mantienen bajo la superficie durante el día y salen a alimentarse por las noches. Sin embargo, la extrema situación de hambruna las está obligando a salir cada vez más temprano y con mayor frecuencia. Cabe resaltar que cualquier organismo vivo hambriento entra en desesperación por no morir y, por tanto, puede tornarse muy agresivo y peligroso para aquellos que le rodean. En el caso de ratas y ratones, la regla es la misma.
En grandes ciudades como París, Nueva Orleans, Nueva York o la Ciudad de México, se han tenido diversos avistamientos de enormes cantidades de ratas saliendo a plena luz del día para atiborrar los basureros, los corredores y las calles en general en busca de alimentos. Además, el control de roedores sería algo mucho más complicado de lo que es ahora (hoy por hoy, la de ratas es la segunda plaga más difícil de controlar en las ciudades y los hogares, especialmente en México).
Investigadores de la UNAM aseguran que otro gran riesgo que debe tenerse en cuenta es la “pérdida del miedo” hacia las personas. Como se mencionó anteriormente, la hambruna se ha intensificado entre las comunidades de las ratas, esto provoca que se llenen de valor para salir de día e invadir las calles, pero también los hogares.
Estamos hablando de mamíferos extraordinarios, que poseen una de las mejores y más perfeccionadas capacidades de adaptación; por lo tanto, su aparición en nuestras casas, será cada vez mayor, convirtiéndose en una verdadera plaga. Además, el problema sanitario sería catastrófico, pues las ratas y ratones son capaces de transmitir más de 50 patógenos y enfermedades a los seres humanos, siendo los animales que mayor cantidad de virus y contagios pueden provocar.
En caso de que se detecte la presencia de estos roedores en sus hogares, lo mejor será ponerse en contacto con los especialistas, pues los procesos para el control de roedores son muy complicados. De hecho, el especialista estadounidense, Robert Corrigan, asegura que “están en todas partes, y no llegarían a ser completamente globales si no fueran muy hábiles para dominar la adaptación (…)”si ve ratas de repente en su propiedad como resultado de esta pandemia de coronavirus, deshacerse de ellas no es un trabajo que pueda hacer usted mismo”.
Es por ello que en INGESSA estamos orgullosos al asegurar que somos expertos en el control de plagas y representamos la mejor opción para combatir esta desafortunada situación. Para nosotros será todo un placer apoyarle en esta labor y mantener su hogar y/o espacios de trabajo siempre seguros y libres de cualquier amenaza contra la salud, ya sea por virus y bacterias o por pestes como ratas, chinches, cucarachas, etc.
Con información de UNAM Global, El Heraldo y la BBC.