REBROTE DE COVID EN DICIEMBRE

Estimados lectores, sean bienvenidos, una vez más, a su blog de INGESSA. En esta ocasión abordaremos un tema que, tristemente, se está convirtiendo en tendencia a nivel mundial: la segunda (y potencialmente más grande) ola de contagios por el SARS-COV2. Y es que en  las naciones más afectadas del viejo continente se comienzan a encender las alarmas ante una nueva saturación de los hospitales, y según el diario El País, este pico otoñal ya se ha cobrado más vidas que aquel que se inició hace más de 8 meses en los países de la Unión Europea y se pronostican cifras terribles para el invierno, a pesar de las vacunas que apenas comienzan a emerger.

Empero, ¿qué está sucediendo en México? Lamentablemente, más o menos lo mismo. Los datos aportados por EL PAÍS MÉXICO: la ocupación hospitalaria de la CDMX ya ha rebasado un peligroso 78% en las camas generales y un 66% en aquellas que cuentan con un  respirador artificial. Sin embargo (y contradiciendo lo sostenido durante el primer embate del virus en nuestro país), la capital ha cerrado sus puertas, aunque pareciera no tener intención de hacerlo, llevando un ficticio semáforo de color naranja cada vez más intenso y escudándose en que la decisión del confinamiento debe ser tomada por el Gobierno Federal (a pesar de que este había pronunciado una independencia de las entidades en la toma de esta sentencia).

Además, el pasado viernes 11 de diciembre, el secretario de Salud Pública, el Dr. Hugo López Gatell, declaró que “El comportamiento que tengamos depende de que la epidemia se acelere o desacelere. Es un asunto de conciencia pública. La Secretaría no va a ir a cerrar un centro comercial”.  La pregunta obligada es ¿Por qué México y la CDMX se negaban a regresar a un semáforo rojo, aún y cuando todo pareciera obligarles a hacerlo? La posible respuesta fue otorgada por la Confederación de Cámaras Industriales de México, a través de su representante Alejandro Magallón, quien declaró, desde hace varios meses, que “México no aguantará un segundo cierre de actividades por rebrote de Covid-19”.

 Las pruebas, que eran una deuda que México tenía ante la pandemia, ahora se han convertido en un indicador altamente preocupante, puesto que se realizan cada vez con mayor frecuencia y arrojan cifras desconcertantes, recordando que el pasado 4 de diciembre se registraron 12 mil 253 contagios en 24 horas. A pesar de todo lo que ya se ha mencionado, las medidas parecen no cambiar demasiado: cierre de negocios a horas fijas, prohibición de venta de comida en vía pública, delimitación y cierre de calles del Centro Histórico, etc.

Ante el escenario que se percibe y puede predecirse, lo que seguirá siendo fundamental es el contar con espacios desinfectados y libres de riesgo. En INGESSA, como una empresa especializada en la materia, nos preocupamos sobre manera por ayudar a los responsables de los espacios públicos y privados que requieran del servicio de Sanitización, pues podemos asegurar que, nuestro equipo material y humano, son de la mayor calidad posible y mantendremos la seguridad a tope para garantizar la tranquilidad y salud de las personas. Para nosotros será todo un honor colaborar a mantener un país que salga avante de esta pandemia.