VIOLINISTA: EL PELIGROSO HUÉSPED EN LOS HOGARES MEXICANOS


Escondida en el más profundo rincón de nuestro hogar, una criatura se encuentra al acecho de los bichos que constituirán su próximo alimento. Con seis ojos de mirada penetrante, ocho patas veloces, colmillos desgarradores y una cabeza en forma de violín, la Loxosceles laeta, mejor conocida como araña violinista o araña del rincón, se ha convertido en un serio factor de riesgo para la población mexicana, pues una picadura de este arácnido ha provocado la muerte de muchas personas en nuestro país.

Regularmente habita en América del Sur (Chile, Perú, Argentina y otros), pero también podemos encontrarla en México, en zonas urbanas del Bajío, Sonora, Chihuahua, Morelos y la Ciudad de México, sin descartar que su hábitat se está extendiendo. Tiende a vivir en lugares con calor, es por eso que muchas escogen nuestros hogares para habitar. Se esconde donde no se han hecho cambios en mucho tiempo, esto es, en cobertizos, áticos, bodegas, lugares oscuros y polvorientos. Al aire libre lo hacen en madera apilada o detrás de objetos dejados por ahí.

La picadura de la araña violinista es extremadamente peligrosa: su veneno es 15 veces más tóxico que el de una cobra, y 10 veces más que el ácido sulfúrico; devora los glóbulos rojos de su víctima, pudiendo llegar a causar muerte celular. Pero no es usual que ataquen: tan solo lo hacen cuando se sienten amenazadas, aunque, eso sí, es más fácil si un humano se topa con ella por error cuando merodea por alguno de sus escondites.

En caso de sufrir una picadura, lo más importante es acudir rápidamente al hospital. Mientras tanto, poner una bolsa de hielo sobre la picadura puede frenar la velocidad de reacción del veneno, así como mantenerse en reposo. Además, es importante mantener limpia la herida sin rascarse ni tocarse, ya que una infección puede complicar más el problema.

A pesar de su mala fama, las arañas violinistas no son agresivas. De hecho prefieren moverse de noche para evitar el contacto con los humanos que, a diferencia de ellas, no dudarían en matarlas en seguida. Eso sí, esta temporada de lluvias hay que estar muy atentos, pues los machos suelen salir de sus escondites para aparearse y se escabullen entre la ropa, los zapatos y las sábanas de las camas, donde usualmente ocurren los accidentes con estas arañas.


En caso de detectar un lugar en el que se encuentren varias arañas violinistas, la única opción viable será llamar a los especialistas de INGESSA para mantener a raya las poblaciones de este arácnido y reducir los encuentros peligrosos, tanto para los seres humanos como para la araña violinista.