En este enero, ya hemos llegado al ansiado año 2021, es decir, hemos alcanzado trece mensualidades de vivir con el nuevo integrante de los ecosistemas urbanos y rurales del mundo: el coronavirus, también conocido como SARS-CoV-2. Este microorganismo ya se ha cobrado la vida de más de dos millones de personas alrededor del globo y ha infectado a más de 96 millones en casi todas las naciones de nuestro planeta. Las recomendaciones y medidas preventivas ya todos las conocemos (sana distancia, limpieza, cubre bocas, etc.) y las hemos sufrido (confinamientos que parecieran eternos o el cambio radical en la vida diaria).
Sin embargo, ¿conocemos realmente cuáles son los productos y/o desinfectantes que se tienen que utilizar para eliminar al SARS-CoV-2 de los hogares, los objetos y las superficies? Muchos podremos pensar en diversas respuestas en cuestión de milésimas de segundo: el alcohol, cloro, yodo o cualquier otra sustancia a la que se tenga acceso de manera fácil y rápida. Empero, ¿todos funcionan de verdad? ¿Cualquiera de ellos ofrece protección y seguridad? La controversia es que NO. Ahora surge otra interrogante, ¿cómo saber cuáles SÍ eliminan a este virus?
La respuesta radica en una de las instituciones relacionadas con la salud humana y ambiental más importantes y competentes a nivel mundial: la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés). Esta agencia fue creada el 2 de diciembre de 1970, para consolidar, en una agencia, las diferentes actividades federales relacionadas con el ambiente y para lidiar con serios problemas del medio. Además, es la encargada de verificar la eficacia de los productos antimicrobianos que contrarrestan patógenos que de otra forma pudieran impactar la salud pública.
Esa última parte es la que nos interesa para el blog de este mes, pues la EPA debe verificar que cualquier producto desinfectante cumpla con su cometido a través de rigurosas inspecciones a los químicos que les conforman. De esta manera determina cuáles sí cumplen con lo que anuncian y cuáles no, así que si un artículo dice ser eficiente contra el SARS-CoV-2, deberá contar con una etiqueta expedida por la EPA.
En conclusión, si se desea mantener espacios limpios y seguros (que actualmente ya debe verse como una obligación), deberá revisarse la lista oficial de químicos efectivos contra el SARS-Cov2, emitida por la EPA, que se halla en su portal de Internet. Una manera de hacerlo, es revisando cuál es el ingrediente activo con el que se desea combatir al virus, ingresar al portal y revisar que dicha sustancia esté avalada por su aparición en el listado de la EPA.
Como última reflexión, se tiene que meditar sobre la importancia y extrema necesidad de que sólo los profesionales se hagan cargo de la manipulación de cualquier producto químico del que se tenga intención de usar para la desinfección ambiental en áreas públicas o de grandes dimensiones; no solamente es lo más responsable que se debe hacer, sino que también es lo más seguro para todas las personas implicadas.
En INGESSA laboramos los mejores y más capacitados profesionales en el manejo de las sustancias químicas apropiadas para trabajos de desinfección ambiental. Si se tiene la intención de realizar cualquiera de estas acciones, lo mejor que se podría hacer es llamarnos, pues en estos temas, no tenemos comparación.