Queridos lectores, sean todos bienvenidos a una nueva edición de su blog INGESSA, en esta ocasión hablaremos sobre un tema que se ha visto opacado por la crisis sanitaria que se vive en todo el mundo a raíz del llamado “rebrote” de SARS-CoV-2 y la enfermedad de Covid-19 (que, por cierto, cumplió un año de existencia hace unos días). El asunto al que nos referimos, son las plagas animales más comunes durante el invierno.
Los meses que conforman el invierno (a partir del 21 de noviembre y hasta el 20 de marzo), traen consigo la necesidad para diversas criaturas, de encontrar un sitio para sobrevivir. Ante esta desesperación de hallar un sitio en el que alojarse, las especies encuentran en los hogares, hoteles y restaurantes la mejor opción debido al calor abundante de estos establecimientos.
Las plagas más comunes durante el invierno son: Ratas, ratones, arañas, termitas y chinches de cama. En el caso de los roedores es fácil deducirlo ya que gracias a su extrema adaptabilidad, los podemos encontrar en todas partes, prácticamente a lo largo del año entero. Sin embargo, al ser mamíferos que acostumbran a vivir en madrigueras junto a varios miembros de su especie, el calor que ofrecen las estufas, calentadores de agua o algún aparato eléctrico (como los refrigeradores), son perfectos para asentarse durante la época de frío.
Las chinches de cama y termitas también son animales que han evolucionado para tener una supervivencia un tanto extrema. Su “periodo de invasión” puede comenzar desde el otoño ya que es cuando comienzan a buscar refugio para invernar adecuadamente. Las bases para cama hechas de madera, roperos y otros muebles son sus escondrijos preferidos, pues ofrecen calor y protección al facilitar grietas en las que introducirse y así ser difíciles de detectar.
Las arañas suelen compartir la primavera y el verano como su época de reproducción y apareamiento, pues es en estas etapas del año en las que alcanzan la madurez sexual. Las hembras pueden aparearse con varios machos y procrear descendencia de cada uno de ellos, las crías nacen generalmente en el verano y durante el otoño e invierno desarrollan su “infancia y adolescencia” hasta alcanzar la adultez en primavera. Es por ello que durante los meses fríos, las arañas juveniles buscan refugio dentro de las casas y se les suele encontrar en rincones y lugares con mucho polvo. Y aunque la mayoría de ellas no representa una amenaza, su presencia suele ser molesta y aterradora para muchas personas.
La recomendación será siempre ponerse en contacto con los profesionales de plagas ya que mal uso de los químicos para controlar plagas puede ser mortal, si no se hace de la manera adecuada. En INGESSA estamos convencidos que apoyar con esta tarea es un completo honor y garantizamos los servicios. Somos profesionales calificados desde hace más 14 años, contamos con procesos y procedimientos seguros para ti, tu familia, tus colaboradores y el medio ambiente.
*Con información de EitMedia, OpenMind BBVA y la BBC.